La torre

Eduardo Mallea.

Buenos Aires : Sudamericana, 1950.

421 págs. ; 20,5 cm.

Resumen: ¿Qué se propone, al llegar a la vieja casa de campo, el tercero en generación de los Ricarte, el hijo de Román Ricarte, el nieto del fundador de Las Águilas? Se propone construir, pero no en el dominio de lo material, como su abuelo, sino en el dominio de lo inmaterial: la torre que él construirá será de otra especie, pero más profunda y espiritual que la torre del viejo castillejo. La historia de los sucesos sinfónicos y divertidos, que tienen lugar sobre el fondo de tan interesante planteamiento, está poderosamente relatada en esta novela con que Eduardo Mallea sigue narrándonos un mundo vivo: el mundo de los Ricarte, donde el campo y la ciudad se alternan en una orquestación inolvidable. Esta novela, al presentar en una especie de contrapartida argumental la continuación en el orden temporal de la vida de una familia argentina, facilita al lector los elementos conceptuales para interpretar en toda su honda significación el problema expuesto en "Las Águilas". Aclara Mallea en una nota introductoria: «Este es el segundo volumen de la serie de libros que giran en torno del mundo de los Ricarte. En el primero, Las Águilas, quise narrar la historia de una familia desde su fundación hasta su decadencia. En el segundo, he querido contar los viajes y las dudas del tercer agonista. Es el largo pasaje de la vacilación a la acción: el protagonista aparecerá buscando su camino entre los caminos, consumando su torre íntima, escapando del círculo que lo abarcan, desapareciendo a veces ante las circunstancias y sacando a veces sobre ellas la cabeza; pero siempre dudoso o indeterminado. Casi no hace más que juntar escrúpulos, razones morales a los tantalizadores titubeos, matices del alma a los matices de conciencia. Solo en el libro tercero, La Tempestad, desatará sus cadenas y comenzará la verdadera acción: entonces el escrupuloso habrá batido sus hesitaciones, habrá superado las circunstancias, se habrá lanzado directamente a la lucha con su destino. Pero antes tendrá que recorrer la larga fase de que este libro es crónica o relato.»