El desierto de las ideas y otros textos críticos (1965-1985)

Raúl Vera Ocampo ; carta-prólogo de Juan Antonio Vasco.

Buenos Aires : Último Reino, 1987.

184 págs. ; 20 cm.

Serie: Colección de ensayos El Castillo de Axel ; 1

ISBN: 950941817X

En el ensayo "El Sarmiento de Martínez Estrada: un ensayo de autobiografía" el autor sostiene que Martínez Estrada eligió biografiar a Sarmiento porque "en el interregno de su filosofía deambularon esas otras vidas intensas que consiguieron el destierro, la soledad que embargó sus huesos, o el clamor desnudo de sus pasiones. Pasión de ser; de querer reflejarse como un amante despreciado en el torbellino de su existencia, para grabar en su impotencia o en su lucha el reflejo del ser que quisieron vivir". Sobre esta base analiza las circunstancias, ideas y posturas filosóficas de Ezequiel Martínez Estrada, quien —como escribió Teresita Frugoni de Fritzsche en 1996— "[P]ensamos que Martínez Estrada siempre se convirtió en biógrafo de figuras tan ciclópeas y abarcadoras como él. Y que cultivó en esos casos una autobiografía alternativa. Sarmiento, Nietzsche, Montaigne, Balzac, fueron sin duda sus 'alter ego', sus dobles y, al escribir sobre ellos, pudo plasmar con comodidad sus propias convicciones sobre la acción y el pensamiento".

Resumen: Los ensayos incluidos en este libro aparecieron entre 1965 y 1985 en suplementos culturales y revistas del país y el extranjero. En el ensayo "La fábrica de frustraciones", el autor dice: Los argentinos hemos desarrollado una serie de mitos que pasan por las más variadas categorías y que nutren a los grupos sociales, desde las clases más bajas hasta las más altas. Estos obligan a su vez a fomentar autodefensas que abarcan las teorías de la Argentina potencia, del país mejor del mundo o, tal vez la que se ha difundid o de manera pareja, aquella de que somos 'muy cultos' y —¿por qué no?— casi geniales. De allí los derivados de la 'viveza' criolla, el argentino 'piola' y otros homónimos que nos permiten vincularnos a muchos desplantes, fanfarronerías e inclusive incursionar por el Código Penal. Es curioso, pero estas habilidades parientes de la improvisación, de la 'chantada' y la falta de autocrítica, aparecen también de manera indirecta consustanciadas con la idea de poco sentido común, de carencia de capacidad directiva y de impotencia o frustración permanente.