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Mallea, Eduardo Alberto, 1903-1982.
La bahía de silencio / Eduardo Mallea.
— 2ª edición. — Buenos Aires : Sudamericana, 1945. 589 págs. ; 20 cm.
Solo en el índice los capítulos tienen título. En el texto se identifican únicamente con un número romano.
Contenido: LIBRO PRIMERO: LOS JÓVENES — I. La historia se abre, p. 15 — II. Tres hombres jóvenes y alguna otra gente, p. 16 — III. Muchas conversaciones y bastante vida, p. 29 — IV. Pausa, p. 36 — V. Sobreviene una extraña presencia y tres disputas sobre la razón, p. 37 — VI. Primera conciencia del país natal, p. 41 — VII. Proyectos en un restaurante con un son de campanas en el fondo, p. 45 — VIII. Aparece la señorita Miró rodeada de palabras, p. 56 — IX. Carácter de una mujer, capricho de un hombre, p. 60 — X. Noviembre de Buenos Aires, p. 68 — XI. Nochebuena, p. 77 — XII. Donde se ve que la palabra basta contiene muchas cosas, hasta furor, p. 94 — XIII. Martín Tregua escribe y hay alguna duda con respecto a su personaje, p. 105 — XIV. Mujer que cuenta dos historias, p. 109 — XV. Algunas confesiones serias, entre bromas, p. 119 — XVI. Nada más que una carta, p. 125 — XVII. Llega el otoño y aparece una publicación virulenta y hay quien se encuentra en la calle con una sentencia en inglés, p. 127 — XVIII. La señora de Estalión recibe en su casa, p. 146 — XIX. Retrato de una mujer argentina, p. 156 — XX. El profesor Borescu, p. 164 — XXI. Dos reflexivos se ponen a decir cosas, p. 173 — XXII. Una filosofía del, vivir. ¿Qué pasa con Inés Boll? Jiménez dice cómo es él, p. 183 — XXIII. Un personaje hierático levanta resistencias, p. 196 — XXIV. Se deshace una empresa ilusoria, p. 204 — XXV. El profesor Borescu da testimonio de lo que sabe de cocina y luego se discute sobre literaturas y civilizaciones. Un hombre se desalienta pero espera, p. 212 — XXVI. Drama, p. 224 — XXVII. Yo me despido por un tiempo, p. 230 — LIBRO SEGUNDO: LAS ISLAS — XXVIII. Vivo en Wimbledon. Días parisienses, p. 237 — XXIX. Un lago, un hotel, Madame Lascaboya, p. 243 — XXX. Dos camisas negras y una historia moral y el paisaje visto desde un tren. Ferrier me muestra su vieja ciudad, su alma tímida. Y pasa otra vez la sombra, p. 264 — XXXI. Vidas, p. 288 — XXXII. Camaradería, p. 298 — XXXIII. Una escena de Las Cuarenta Noches, p. 301 — XXXIV. Dos: Scariol. Denis Atkinson, p. 310 — XXXV. Blanche coquetea, Ferrier lo siente en el alma, p. 333 — XXXVI. Una noche vamos con Denis Atkinson a Notre Dame du Sablon. Un hombre agoniza en casa de Ferrier. Un excedido, p. 348 — XXXVII. Atkinson visita a unos señores alegres y yo me encuentro en un bar con Scariol, p. 370 — XXXVIII. Mala conducta, p. 383 — XXXIX. También aquí hay que decir adiós, p. 390 — LIBRO TERCERO: LOS DERROTADOS — XL. ¡Ah, Buenos Aires! Un hombre se empeña en vano en movilizar ajenas conciencias, p. 403 — XLI. Un libro sale a combatir, p. 428 — XLII. Que trata de Gloria Bambil, p. 436 — XLIII. Que trata de la misma, pero con sordina, p. 442 — XLIV. Gente despectiva, de la que vale la pena acordarse aunque no por las razones que ellas creen, p. 451 — XLV. Dejo algunas cosas para atender a la voz de un alma, p. 459 — XLVI. Acercamiento, p. 466 — XLVII. Alguien que cree estar de más y alguien que dice que no, p. 471 — XLVIII. Ataque, p. 476 — XLIX. La estridencia fugaz de los cobres, p. 480 — L. La obsesión del país, p. 485 — LI. La historia de dos se mezcla a la historia de un adolescente, p. 489 — LII. Fue un año malo. El pesimismo colgaba como un fruto gris de todos los árboles, p. 500 — LIII. El país que guarda al hombre insomne, p. 511 — LIV. La errante amargura. La ciudad. Un resucitado, p. 529 — LV. Alguien que cuenta una historia de cuartos, p. 545 — LVI. El mar, p. 557 — LVII. Llanto por la que desapareció, p. 563 — LVIII. Los derrotados triunfantes, p. 571 — LIX. La historia se cierra, p. 576
Novela escrita en primera persona y dirigida a una misteriosa mujer a la que el protagonista, Martín Tregua, solo ha entrevisto algunas veces, sin hablarle. Martín escribe sus memorias a Beatriz, quien para él simboliza el ideal de belleza interior, y a la que exalta como lo hiciera Dante con su amada. Él es escritor y no solo cuenta los hechos y las circunstancias de su vida como tales, pues, además del aspecto puramente anecdótico, presenta lo que interiormente significa cada uno de los seres encontrados en su recorrido por diferentes lugares y épocas. En Hispanoteca (www.hispanoteca.eu) leemos: «En esta novela, Eduardo Mallea se detiene morosamente en describir decadencias, esperanzas y personajes con una profunda vida interior; es decir, existe por parte del autor una intención manifiesta de presentar la idiosincrasia y la suma de las ideas del argentino común. La obra está permeada por un motivo importante, un constante, intenso e indestructible lazo de amor que lo une y lo remite siempre a Beatriz, indudable encarnación de su Argentina, país para él detenido en el tiempo.»
Primera edición de esta obra: Buenos Aires : Sudamericana, 1940.
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